El sector energético en México vive un momento de transformación. Aunque los combustibles fósiles siguen siendo la base del suministro nacional, la presión por avanzar hacia una matriz más limpia y transparente está creciendo, impulsada por los compromisos internacionales, los inversionistas y las propias empresas que buscan mayor competitividad y sostenibilidad.
Según Climate Analytics (2023), alrededor del 77 % de la electricidad en México todavía proviene de combustibles fósiles, con el gas natural como fuente dominante.
Por otro lado, datos del informe Ember (2024) muestran un avance importante en la participación de fuentes limpias: la generación eléctrica renovable alcanzó el 25 %, de la cual solar y eólica representan cerca del 12 % del total.
Estos datos confirman que, si bien México avanza en su transición energética, la dependencia del gas y otros combustibles fósiles sigue siendo elevada. Alcanzar un equilibrio sostenible exigirá inversiones continuas, innovación tecnológica y, sobre todo, una cadena de suministro más trazable, transparente y colaborativa.
La trazabilidad como ventaja competitiva
En un entorno donde las exigencias ESG y la regulación aumentan, la capacidad de rastrear y verificar la información a lo largo de toda la cadena de valor se ha convertido en un elemento esencial para la competitividad de las empresas energéticas.
En México, el compromiso con la Extractive Industries Transparency Initiative (EITI) refleja el avance hacia una mayor apertura en el sector, promoviendo la divulgación de datos sobre operaciones, ingresos y contratos. Sin embargo, para que esta transparencia sea realmente efectiva, debe extenderse más allá de la información pública: las organizaciones necesitan visibilidad sobre sus propios proveedores, contratistas y socios estratégicos.
Una trazabilidad sólida permite identificar y mitigar riesgos operativos, reputacionales y de cumplimiento antes de que afecten al negocio. Además, facilita el acceso a nuevas oportunidades: las empresas que pueden demostrar prácticas sostenibles y documentación verificable son las que logran ganar la confianza de compradores internacionales, inversores y organismos financieros, que cada vez exigen mayores estándares de sostenibilidad.
Fortalecer la cadena de suministro energética
La transformación del sector energético requiere una cadena de suministro moderna, digital y colaborativa. Algunas acciones clave incluyen:
- Adoptar herramientas tecnológicas, que integren información y permitan gestionar de forma más eficiente los datos de proveedores, desempeño y cumplimiento.
- Digitalizar la trazabilidad de la cadena de suministro, para disponer de información actualizada y verificable sobre cada actor del ecosistema energético.
- Realizar evaluaciones ESG periódicas, aprovechando los datos digitalizados para impulsar la mejora continua y demostrar avances tangibles.
- Fomentar la colaboración sectorial, participando en comunidades que promuevan el intercambio de aprendizajes, experiencias y buenas prácticas.
La comunidad Global Energy de Achilles en México
En este contexto, Achilles lanza la comunidad Global Energy en México, una red que conecta a compradores y proveedores del sector energético con el objetivo de fortalecer la transparencia, mejorar la trazabilidad y elevar los estándares ESG en toda la cadena de suministro.
Las organizaciones que se unan a la comunidad podrán:
- Acceder a un perfil unificado y verificado de proveedores confiables del sector energético.
- Reducir riesgos operativos, contractuales y de cumplimiento, y elevar sus estándares ESG.
- Aumentar la eficiencia y transparencia en sus procesos de contratación.
- Formar parte de una red global con más de 80 compradores y 10.000 proveedores activos, participando además en iniciativas de colaboración, aprendizaje y networking.