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Análisis detallado sobre continuidad del negocio: informe de resiliencia de la cadena de suministro de 2019 del BCI

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Análisis detallado sobre continuidad del negocio: informe de resiliencia de la cadena de suministro de 2019 del BCI

La dinámica empresarial mundial ha cambiado sustancialmente en los 11 años posteriores a la publicación del primer informe sobre resiliencia de la cadena de suministro del Instituto de Continuidad de Negocio (BCI por sus siglas en inglés). En aquel momento, los esfuerzos se centraban en crear planes de continuidad del negocio que pudieran soportar la recesión mundial desencadenada por la crisis de las hipotecas de alto riesgo de 2007. Actualmente, aunque las empresas se han beneficiado del ritmo vertiginoso del avance tecnológico, también afrontan una mayor diversidad de amenazas potenciales. El informe se publicó antes de que comenzara la crisis de la COVID-19, pero las enormes interrupciones en la cadena de suministro que desencadenó la pandemia han servido para acentuar los puntos claves del informe.

Los resultados de la encuesta del informe indican que los compradores conocen mejor las causas de las interrupciones en la cadena de suministro, pero el complejo entorno empresarial mundial en el que operan hace que la mitigación de los riesgos sea más difícil que nunca. Aunque no se pueden evitar todos los riesgos, el modo en que los compradores utilizan los datos en tiempo real y gestionan los proveedores puede tener una repercusión enorme en la resiliencia de la cadena de suministro.

La publicación del informe sobre resiliencia de la cadena de suministro de 2019 del BCI tuvo lugar tras un año en el que las relaciones comerciales entre China y los Estados Unidos, las incertidumbres sobre el Brexit y los fenómenos meteorológicos extremos interrumpieron operaciones comerciales en todo el mundo. Los resultados de la encuesta indican que las amenazas externas incontrolables fueron el mayor motivo de preocupación acerca del funcionamiento futuro de las cadenas de suministro. Evidentemente, la crisis de la COVID-19 que se inició en diciembre así lo justificaría. A pesar de las interrupciones y de los riesgos manifiestos, los resultados de la encuesta del informe muestran que hay muchos aspectos positivos acerca del modo en que las empresas están afrontando y entendiendo los riesgos de la cadena de suministro. Al mismo tiempo, siempre hay facetas que requieren más trabajo, en particular comprender los riesgos más allá de los proveedores de nivel 1.

Estas son las principales conclusiones del informe:

Las notificaciones están mejorando

Más empresas están registrando, midiendo y notificando las interrupciones en la cadena de suministro que afectan a su rendimiento comercial, y solo el 23% de los encuestados afirma que su organización no lleva a cabo este proceso actualmente. No obstante, la mayoría de esta actividad está limitada a determinados departamentos o funciones, ya que solo el 25% de las empresas ha puesto en práctica un registro coordinado en toda la organización.
Conforme las cadenas de suministro mundiales se van volviendo más dinámicas e interconectadas, las empresas deberían ir planteándose priorizar soluciones de análisis de macrodatos, Internet de las cosas e inteligencia artificial que puedan aportarles conocimientos en tiempo real. Más de la mitad (57%) de los encuestados cree que no puede examinar totalmente estas soluciones debido a factores como las limitaciones presupuestarias, las infraestructuras heredadas, los ciberataques y una falta de trabajadores cualificados.

La TI sigue siendo la mayor causa de las interrupciones

Las causas más habituales de interrupciones en la cadena de suministro no han variado en relación con los informes anteriores, y los cortes asociados a la TI y las telecomunicaciones acaparan el 44% de todas las interrupciones. Las demás razones principales son las condiciones meteorológicas adversas (35%), los ciberataques (26%), la pérdida de talento (21%) y las interrupciones en las redes de transporte (16%).
De cara a los próximos cinco años, los encuestados enumeraron una serie de preocupaciones muy diferentes. Las principales inquietudes entre las empresas fueron los efectos que podrían tener los casos de «cisne negro» en sus operaciones. El primer puesto de la lista lo ocupó el terrorismo (40%), seguido de la amenaza de interrupción por incendio (28%). Se prevé que los tipos de incendios forestales a gran escala que se ha producido en varios continentes en 2019 y 2020 aumenten su frecuencia a medida que el clima mundial sigue cambiando. Cualquier encuesta que se realice ahora a buen seguro reflejaría las pandemias víricas en la lista de «cisnes negros».

¿Están disminuyendo los casos de interrupciones en la cadena de suministro?

En 2019 se han observado menos interrupciones empresariales que en 2018. Esto podría deberse al mayor número de notificaciones, así como a un mayor enfoque en la continuidad del negocio y la resiliencia de la cadena de suministro. No obstante, también podría deberse a una relativa falta de interrupciones por condiciones meteorológicas adversas: en 2018 se produjeron enormes tormentas de nieve en varios continentes, el huracán Harvey y una ola de calor prolongada e intensa en Australasia.
El aumento de los registros y las mediciones está teniendo un efecto positivo en los que los realizan. El número de empresas que experimentan más de cinco interrupciones al año disminuyó una tercera parte, lo que indica que aquellos que analizan los datos están mejorando en la predicción y gestión de los riesgos.

Los planes de continuidad del negocio deben tener en cuenta los niveles 1 y 2

El informe también constata algo que solemos decir: una gestión eficaz de la cadena de suministro implica ir más allá de los proveedores del nivel 1. Aunque los incidentes con los proveedores inmediatos disminuyeron por primera vez por debajo del 50%, los que se originan en los niveles 2 y 3 aumentaron. La complejidad de las cadenas de suministro se menciona como una de las razones principales por la que los compradores tienen dificultades para identificar y gestionar la causa raíz de una interrupción. Una parte importante de los compradores (32%) no analiza actualmente la causa de los problemas de su cadena de suministro.

Las empresas siguen teniendo dificultades para cuantificar sus pérdidas

Las interrupciones en la cadena de suministro a menudo son costosas para las empresas, pero muy pocos encuestados podían proporcionar una cifra precisa de sus pérdidas. En parte, esto se debe a que algunos de los efectos son difíciles de cuantificar, como la pérdida de productividad y un mayor coste laboral. Los seguros también desempeñan cierto papel: el 45% de las organizaciones que habían sufrido interrupciones no era capaz de confirmar la cantidad de sus pérdidas que estaba asegurada.
Solo una cuarta parte de los encuestados piensa que el mercado de los seguros ofrece soluciones que se ajustan a sus necesidades en lo que respecta a recuperar las pérdidas provocadas por sus cadenas de suministro. Este es el caso especialmente en los ciberataques y las filtraciones de datos.

Sobrecarga en la gestión de riesgos

Las empresas están mejorando a la hora de predecir y abordar numerosos factores que pueden contribuir a importantes interrupciones en la cadena de suministro, pero aún queda mucho por hacer. La resiliencia de la cadena de suministro proviene de ser capaz de reaccionar con rapidez ante desafíos y disponer de políticas y capacidades para evitar también las interrupciones proactivamente.

Estamos completamente de acuerdo con el BCI en lo que respecta a la necesidad de una mayor visibilidad de los niveles 2, 3 e inferiores. Los compradores han de centrarse en la supervisión activa y el uso de los datos recopilados como un activo estratégico. De lo contrario, se arriesgan a seguir quedando atrapados.

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