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¿qué propósitos deberíamos fijarnos para 2020 sobre la gestión de la cadena de suministro?

Año nuevo, década nueva:

El inicio del año 2020 y de una nueva década representa una gran oportunidad para que los profesionales de las compras reflexionen sobre los logros obtenidos a lo largo de los últimos diez años, pero también sobre las oportunidades que les deparan los próximos diez. La década pasada fue testigo de avances significativos en el ámbito de la gestión de la cadena de suministro como, por ejemplo, los macrodatos, la automatización, la digitalización, las cadenas de bloques (blockchain) y la contratación sostenible. Si la próxima década continúa por la misma senda, es probable que presenciemos grandes cambios en la forma de colaborar entre compradores y proveedores.

¿Cómo puedes asegurarte de que tanto tú como tu negocio estáis más capacitados para continuar creciendo y prosperando? He aquí algunas áreas que creemos que pueden influir en gran medida sobre la gestión de la cadena de suministro en la nueva década.

Sostenibilidad medioambiental

Las cadenas de suministro sostenibles continuarán creciendo en importancia, pero no solo en su contribución positiva a las sociedades y los ecosistemas, sino también aportando beneficios financieros adicionales a las compañías.

Se prevé que el año 2020 sea el más cálido desde que existen registros, a la vez que se aprecian signos de tensiones y estrés cada vez más frecuentes y alarmantes que afectan a nuestro entorno natural. Un claro ejemplo del efecto que puede tener el incremento de las temperaturas sobre nuestras comunidades lo vemos en la ciudad australiana de Alice Springs, cuyos habitantes afirman que en el presente la temperatura es simplemente demasiado elevada como para que los humanos puedan residir en ella de forma segura. El cambio climático y la sostenibilidad adquirieron protagonismo en la década de 2010; no obstante, no será hasta la siguiente década que pasen a convertirse en una prioridad por igual para los consumidores, las empresas y los gobiernos.

Otro aspecto que añade urgencia es el cada vez más cercano plazo de 2030 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. En la actualidad, el objetivo 13, que fija como meta una reducción del 45 % en el volumen neto de emisiones en todo el mundo para el final de la presente década parece un reto de grandes proporciones. Reconociendo este hecho, la ONU ha declarado 2020 como un «año decisivo» para el medioambiente. En la reciente Cumbre Mundial del Clima (COP25) celebrada en Madrid, 177 países se comprometieron a continuar reduciendo su nivel de emisiones. Con anterioridad a la conferencia, el gigante de la distribución al por menor IKEA se comprometía a invertir 200 millones de euros para lograr una mayor sostenibilidad en el conjunto de su cadena de valor. Su CEO, Torbjörn Lööf, comentaba lo siguiente:

«Esta inversión acelerará la transición hacia el empleo de la energía renovable en toda nuestra cadena de suministro y contribuirá a la eliminación del carbono de la atmósfera por medio de la reforestación y las buenas prácticas en el ámbito de la gestión forestal».

Las acciones de IKEA son dignas de reconocimiento porque las cadenas de suministro sostenibles son esenciales para lograr este objetivo. Las compañías tienen que comenzar a medir sus emisiones de carbono y a desarrollar planes para reducir los residuos y su impacto medioambiental. A día de hoy, las emisiones derivadas de las cadenas de suministro están detrás de aproximadamente el 80% de las emisiones de tipo corporativo, según McKinsey. Cada vez las compañías tienen a su alcance más recursos, como las Normas Contables de Sostenibilidad (SASB), el CDP y la iniciativa para la elaboración de informes globales (GRI) que les sirven para crear normas y métricas por las que regirse.

«En la actualidad, las compañías y los inversores de todo el mundo disponen de normas codificadas y basadas en el mercado que les permiten medir, gestionar y elaborar informes sobre los factores de sostenibilidad que realmente aportan y repercuten sobre el rendimiento operativo», afirma el presidente de SASB, Jeffrey Hales.

En este momento, realizar cambios de gran calado puede ayudar a afrontar la situación y a generar mayores beneficios. Nuestras auditorías de sostenibilidad nos han permitido ver resultados sorprendentes; a menudo, las empresas no son conscientes de la ineficiencia de sus operaciones.

Negocios éticos

Las compañías y sus cadenas de suministro nunca han estado sometidas a semejante escrutinio y no parece que esto vaya a cambiar en el corto plazo. El gigante de la distribución al por menor Tesco fue objeto de críticas en diciembre de 2019 cuando uno de sus proveedores de postales navideñas fue vinculado con prácticas comerciales poco éticas en China. Si bien Tesco no estaba directamente implicado en la denuncia, la mayoría de los titulares acerca de los hechos mencionaban a la compañía por su nombre.

Ese mismo mes, veía la luz una demanda judicial interpuesta por la organización International Rights Advocates contra las prestigiosas marcas tecnológicas Apple, Dell, Microsoft y Tesla, en la que se las acusaba de obtener beneficios «conscientemente» del trabajo infantil en sus cadenas de suministro de cobalto. Queda claro que aquellas compañías que no logren gestionar cadenas de suministro de forma legal y ética, ya sea intencionadamente o no, continuarán afrontando daños reputacionales y consecuencias legales.

De las organizaciones de ámbito mundial se espera que actúen en todo momento de forma segura y responsable; al mismo tiempo, los compradores cada vez son más responsables de las acciones de las compañías que forman parte de sus cadenas de suministro. Apelar a la ignorancia o a la falta de supervisión de las acciones en cualquiera de las capas de la cadena de suministro ya no es una alternativa. El mapeo de la cadena de suministro y servicios como nuestras auditorías de prácticas laborales ayudan a las compañías a construir cadenas de suministro legales y éticas.

Ciberseguridad

En la década que comienza probablemente veamos una mayor digitalización de las cadenas de suministro, un factor que ayudará a las empresas a incrementar su velocidad operativa, así como su eficiencia y la tasa de colaboración tanto en sus procesos internos como en sus cadenas de suministro. No obstante, sin la implementación de las debidas salvaguardias, las compañías pueden verse expuestas a un mayor riesgo de ciberataques y de filtración de datos. Así, la compañía Orpheus, especializada en la inteligencia sobre amenazas, publicó recientemente un estudio en el que se mostraba que los ataques a bases de datos de terceros resultaron en la filtración de las direcciones de correo electrónico e información del 88% de los proveedores del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.

Las compañías utilizan cada vez un mayor número de dispositivos con conexión a Internet, lo que en realidad puede hacerlas más vulnerables. A menudo, estos dispositivos de lo más diversos emplean diferentes programas y no tienen por qué estar conectados entre sí de forma integrada. La digitalización de la cadena de suministro también implica un mayor volumen de datos compartidos entre los compradores y los proveedores, quienes a su vez presentarán diferentes niveles de capacitación y conocimientos digitales. Las vulnerabilidades en cualquier parte de una cadena de suministro pueden dar acceso a la red de un comprador. Estar protegido no solo se resume en la integridad del sistema y en una buena gestión de los datos, sino también en cuestiones de gobernanza y en la implementación de políticas y medidas de protección adecuadas.

Año nuevo, nuevas oportunidades

Alex Saric, responsable de marketing de Ivalua, resumió las oportunidades que ofrece la próxima década de manera excelente:

«El sector de las compras ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, de simplemente buscar los mejores precios a convertirse en una fuente de valor estratégico por medio de la gestión de riesgos, la colaboración entre proveedores y la construcción de relaciones que reportan beneficios a ambas partes a largo plazo».

Nuestro propósito para el año nuevo será continuar mejorando nuestra forma de ayudar a compañías de todo el mundo a gestionar los riesgos y a optimizar su rendimiento. Nos comprometemos a proporcionar los servicios y las herramientas que necesitan los profesionales de las compras en ámbitos como la salud, la seguridad y la sostenibilidad, para llevar un paso adelante su gestión de la cadena de suministro en 2020.


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